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¿Dónde tirar los rotuladores gastados?

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Los rotuladores y los bolígrafos son artículos de papelería cotidianos. Tanto que los usan todo tipo de personas en cualquier parte del mundo.

Forman parte de nuestra vida desde la edad más temprana: en el cole para dibujar o hacer manualidades, en nuestra etapa estudiantil y en tareas de todo tipo durante la edad adulta.

Ya puedes imaginar la cantidad de rotuladores y bolis que llegamos a consumir: una cifra incontable.

Pero llega un momento en el que la tinta se acaba, y no siempre es posible hacer que ese rotulador vuelva a pintar.

Es entonces cuando surge la pregunta: y ahora ¿dónde tiro el rotulador? ¿Lo puedo tirar en la basura de casa junto a los demás deshechos?

No nos engañemos. Tanto tú como yo sabemos que no todo el mundo se hace esta pregunta. Hace falta tener algo de conciencia ecológica y ganas de comerse un poco la cabeza.

Si es tu caso, este artículo es para ti.

Esperamos poder ayudarte a resolver tus dudas sobre cómo deshacerse de un rotulador o un bolígrafo cuando ya no sirve, de forma responsable.

Y antes de que nos lo preguntes, la respuesta es no. Aunque se trate de rotuladores comestibles, su lugar no es el contenedor de residuos orgánicos.

¿De qué están hechos los rotuladores?

Antes de decidir dónde y cómo tirar tus rotuladores gastados, es importante saber de qué están hechos. Ya sabes, para decidir si lo tiramos en el contenedor amarillo, verde o azul.

El rotulador se compone de un cuerpo en forma de tubo de plástico que contiene tinta, y de una punta de fibra sintética porosa (o fieltro) que se va empapando de es misma tinta, depositándola sobre el papel y otras superficies conforme vamos escribiendo o dibujando.

Debido a que se fabrican rotuladores en una gran variedad de colores, también se utilizan distintos tipos de tinta.

Todos esos productos sintéticos, sumados al plástico, hacen del rotulador un producto de cierto riesgo para el medioambiente si no se desecha de forma adecuada.

Entonces, una vez usados ¿dónde tirarlos?

Lo ideal es llevarlos hasta un punto de recogida y reciclaje específico.

Este servicio está pensado para facilitar la gestión de determinados residuos, que no pueden ir a los contenedores convencionales.

Es lo que en la mayoría de ciudades se conoce como Punto Limpio.

Y no solo es válido para rotuladores gastados. También lo es para bolígrafos, lápices y otros artículos de papelería.

Acudir a un punto limpio es la mejor solución para este tipo de desperdicios. No obstante, en algunas ciudades, también existe un punto de recogida móvil (camión) que se desplaza por los barrios una vez por semana.

Esta es sin duda la mejor alternativa. Tú solo tienes que preocuparte de llevar tus rotuladores gastados hasta el camión de reciclaje y este llevará los residuos hasta la planta de reciclaje, donde se encargarán de despedazarlos y reciclarlos como es debido.

¿Dónde no tirar tus rotuladores gastados?

En contra de lo que, por lógica, podríamos pensar, a pesar de que el cuerpo del rotulador es de plástico, NO se debe tirar al contenedor de reciclaje amarillo. 

Sus componentes son distintos y no se reciclan de la misma forma

Si no tiramos las cosas en el contenedor adecuado, a pesar de nuestras buenas intenciones, lo único que conseguimos es entorpecer el proceso de reciclaje.

En el contenedor amarillo solo se deben depositar botellas de plástico y envases de alimentos tales como briks y tetrabricks (leche, zumos) y envases metálicos (latas o conservas).

Por otra parte, si los tiras a la basura normal, acabarán en vertederos. Y no hace falta que te contemos dónde acaba el plástico cuando no se recicla ¿verdad?.

Eso sin contar que sus micro-partículas son muy nocivas para el medio acuático y el subsuelo. Casi tanto como lo son los gases que se emiten a la atmósfera al incinerar dichos residuos.

Pero no nos vayamos del tema. Este no es un blog sobre reciclaje. Aunque si todos y todas aportáramos nuestro granito de arena, las cosas podrían ser muy distintas.

Por eso hemos pensado que si te apetece leer un poco más sobre reciclaje y tratamiento de residuos, en este post lo explican realmente bien.

Fundación Aquae: ¿Cuánto tardan en degradarse nuestros desechos?

reciclar rotuadores de colores

Otra alternativa a los puntos limpios es Terracycle, un proyecto de la empresa Bic, que permite a los ciudadanos depositar sus bolígrafos, rotuladores y marcadores inservibles, para su posterior reciclaje.

¿Los rotuladores se pueden recargar?

Una de las mejores formas de evitar generar más residuos de los estrictamente necesarios, es utilizar material de escritura recargable.

Esta claro que ningún método es infalible y que algún día también tendrás que desecharlos, pero mientras tanto aumentas su vida útil considerablemente.

Algo parecido ocurre con las pilas y parece que el sistema funciona.

A pesar de que en el mercado todavía no existen muchas alternativas, es cierto que existe una tendencia global hacia lo eco y que ésta se está trasladando a los artículos de escritura, como rotuladores o bolígrafos.

Algunas marcas ya han incorporado gamas eco a sus lineas de productos.  

Es el caso de la empresa Edding con su gama Ecoline, en la que al menos el 90 % del plástico utilizado está fabricado a partir de material reciclado, y cuenta con modelos recargables.

Otras marcas, por ejemplo, han optado por fabricar el cuerpo de sus bolígrafos y lápices con madera reciclada. 

Vale, aún no ha llegado al mundo de los rotuladores, pero tenemos esperanza. Tiempo al tiempo.

Mientras tanto, os dejamos a continuación una serie de marcas y modelos de rotuladores que ofrecen la posibilidad de comprar recargas para ir rellenándolos.

Modelos de rotuladores recargables

Rotuladores recargables para pizarra blanca

Rotuladores recargables de tinta líquida

Rotuladores recargables fluorescentes

Como hemos dicho antes, el surtido en cuanto a rotuladores ecológicos se refiere, es bastante reducido.

Pero si no solo te interesan los rotuladores, la posibilidad de comprar productos de escritura recargable es cada día más asequible.

Ahora nos vamos a poner un poco intensos. Espero que nos perdones. Pero no queríamos despedirnos sin recordarte que, para comprometerse con nuestro planeta, cualquier paso por pequeño que parezca es mejor que quedarse de brazos cruzados.

¡Hasta pronto!